martes, 31 de mayo de 2016

True Detective, Game Of Thrones y el efímero éxito de HBO


Tanto en tierras nacionales como al otro lado del charco, los aficionados a las series tienen una cita puntual con el televisor por diez domingos seguidos. Se reúnen a ver uno de los fenómenos críticos y de audiencia más impactantes de la última década: Game of thrones, un fenómeno que no hace más que crecer en audiencia temporada a temporada.


Esta historia de fantasía ubicada en una especie de tierra medieval ha sabido cautivar a las audiencias durante seis temporadas, valiéndose de una historia de calidad exquisita y grandes valores de producción.


Game of thrones es ciertamente el proyecto que más debe haberle dado alegrías a la HBO durante estos últimos años. El problema es que los creadores han dejado entrever que el final de esta adaptación de los libros de George RR Martin está ya muy cerca (se habla de que podríamos ver dos temporadas más cortas de lo habitual y terminar su andadura en 2018) y HBO no ha encontrado otro éxito que siquiera se acerque a lo que ha conseguido el mundo de Westeros.


Vinyl, la serie ubicada en la Nueva York musical de los 70’s, apadrinada por Mick Jagger y Martin Scorsese (quien dirigió el episodio piloto) no ha tenido el éxito esperado y aunque ya ha sido renovada por una segunda temporada esto ha traído cambios drásticos en el aspecto creativo de la serie, entre ellos la salida de su creador original Terence Winter (Boardwalk Empire).


The Leftovers, la nueva apuesta del creador de Lost, Damon Lindelof, al final se ha quedado corta ante las expectativas. Esta serie ubicada en un mundo en el cual un 2% de la población mundial ha desaparecido inexplicablemente ha tenido una primera temporada oscura y divisiva con los críticos en el 2014. Para la segunda temporada en 2015. la serie se sometió a cambios radicales en temáticas, elenco y locaciones. La originalidad de su andadura en ese segundo año la hizo ganarse a los críticos que la vapulearon en un inicio, pero seguramente demasiado tarde ya que sus discretas audiencias y la necesidad de su creador por moverse a otros proyectos han hecho que la serie sea renovada por una tercera y última temporada aún sin fecha de estreno, convirtiendo su recorrido en algo precipitado.


Y fuera de ahí, HBO no tiene más dramas con los cuales seguir enriqueciendo su señal. Sus comedias funcionan bien, pero estas son tema aparte y no son el monstruo de audiencias que el canal de transmisión Premium se ha acostumbrado a esperar estos últimos años. Westworld, una serie protagonizada por Anthony Hopkins y que adapta una película de ciencia ficción que en 1973 protagonizó Yul Brynner, parece ser su gran apuesta para los próximos meses, pero este nuevo proyecto no ha estado exento de cambios y problemas en la producción, lo cual hace desconfiar un poco de la fe que tiene la cadena en el.


Un caso curioso y medianamente equiparable al de Game Of Thrones, es el de True Detective.


Este proyecto comenzó como una miniserie de apenas ocho episodios, con un principio y un final que no dejaba cabida para más temporadas. La serie, protagonizada por sendos actores del cine como Matthew McConaughey y Woody Harrelson, supo convertirse en otro fenómeno para la cadena por allá en 2014. La nihilista historia de dos detectives cazando a un asesino serial en la tétrica Louisiana durante diversos periodos de tiempo, gozó de un éxito que fue creciendo en cada uno de esos ocho episodios y en aquel momento los críticos y fanáticos de la televisión no hablaban de otra cosa.


True Detective se convirtió en una apuesta segura para la cadena y decidieron traerla de vuelta para una segunda temporada, convirtiéndola en una serie de antología (una historia distinta cada temporada) y trasladando la acción a una corrupta y brutal California con otra serie de policías que se ven involucrados en un caso de mafia tras coincidir en una escena de crimen. La buena reputación de la serie hizo que otras estrellas del cine se animarán a protagonizarla, así por estos nuevos ocho episodios vemos desfilar a actores de la talla de Colin Farrell, Vince Vaughn y Rachel McAdams. Si bien las audiencias de esta nueva etapa de la serie no fueron malas, los críticos se mostraron menos alentadores con ella y no fueron pocos los medios que la acusaron de haberse convertido en una pretenciosa parodia de sí misma así como de haber perdido gran parte de su encanto inicial.


Lo cierto es que esta segunda temporada fue un fracaso para las expectativas de HBO y esto se confirmó cuando su entonces presidente, Michael Lombardo, aceptó que la cadena había obligado a apresurarse al creador de la serie Nic Pizzolatto a tener lista cuanto antes la segunda temporada al calor del éxito de la primera, dejando de por medio la calidad creativa. Si bien la serie no ha sido oficialmente cancelada,tras un cambio en la presidencia de la cadena las últimas noticias no parecen alentadoras y es probable

que no veamos una tercera temporada de la serie. Se habla de que en su lugar veamos una nueva serie de Nic Pizzolato, pero ya alejada del concepto de crimen antológico y sobre todo de la marca True Detective, que ahora es más un objeto de polémica que un sinónimo de calidad televisiva.


Así, el futuro de las grandes producciones de HBO parece incierto. Con cadenas de internet como Netflix y Amazon produciendo cada vez más y mejor contenido libre de censura, uno se pregunta si un canal Premium de estas características ha empezado a quedarse atrás en cuestión de contenidos.


Ahora nos queda la curiosidad por saber qué estrategia y qué tipo de dramas estará produciendo la cadena en los próximos años para poder sobrepasar este bache mientras Game Of Thrones termina su recorrido. ¿Lograra encontrar HBO su esperada sucesora?

José Luis Perales y yo

Desde mi infancia, experimenté una dificultad constante al intentar encajar en cualquier lugar y con las cosas propias de mi época. En ese c...