jueves, 6 de diciembre de 2018

American Horror Story: De la peor a la mejor temporada


Por Carlos Montenegro

Este ranking es puramente subjetivo pero tiene la bondad de contener bases claras del porque unas temporadas son mejores que otras. En general esta serie de antología ha pasado de ser un estimulante y estético canto al horror en todas sus formas a ser un puto desastre narrativo que si bien sigue teniendo cualidades redentoras fracasa estrepitosamente a la hora de llevar a buen puerto cada temporada. Este tipo de decadencia suele ser marca de la casa Ryan Murphy (Glee, Nip/Tuck, American Crime Story), rey midas de la televisión actual cuyos productos de ficción suelen menguar tras un par de grandes temporadas. Vamos en este ranking de la peor a la mejor. Damos por sentado que quien lee tiene un contexto mínimo acerca del concepto de esta serie con ya ocho años a cuestas

8. Temporada 4: Freak show

La temporada que marca de algún modo el final de una era en AHS. Jessica Lange abandona la serie tras cuatro años, pegándole a la antología un golpe del que jamás logro recuperarse realmente. Lange se va, no en el punto álgido de la serie, sino en la primera temporada que honestamente deja a relucir todo lo malo del concepto detrás de la serie de Ryan Murphy. Esta historia de un circo ambulante ubicada en los 50’s otorgó al canal FX algunas de las mejores audiencias en la historia de la serie además de tener mucha más notoriedad que otros ciclos al ofrecer atrevidos estímulos visuales y shockeantes que al final resultaron ser su perdición haciéndola caer en un mar de simplones excesos. “Freak Show” es el único de los ocho años en el que al final uno se puede preguntar con seguridad “¿Qué mierda está pasando?”, y no es por la excentricidad en sus tramas sino porque se nota vilmente la pobre labor de los guionistas otorgándole más peso a escenas wtf y momentos shockeantes que a construir una narrativa coherente. En Freak Show no sabemos que mierda sucede porque nada tiene importancia, los personajes solo están ahí como peones para terminar sufriendo una muerte violenta donde la resolución es lo que menos importa. Las tramas, si es que podemos llamarlas así, son solo viñetas y meros pretextos forzados que así como llegan también desaparecen sin conducir a ningún lado. Esta fue la temporada que de algún modo desenmascaró a AHS con el gran truño que es: Un concepto brutal que sabe venderse excelentemente pero con un tufillo a tontería inmediata para quien sabe ver solo un poco más allá de la mercadotecnia y la explotación de lo retorcido.
Glee estaba en pleno apogeo en aquellos años así que a Ryan Murphy se le ocurrió meter ridículos musicales ayudando a convertir todavía más a Freak Show en un programa de variedades. El episodio “Orphans” de esta temporada regresa al escenario de la temporada 2 y representa la primera conexión explicita entre temporadas, es también el único gran episodio de ese año.

7. Temporada 6: Roanoke

Para esta temporada en AHS aplicaron la de renovarse o morir, cambiando el concepto de la serie a un enigmático formato que va mutando cada cierta cantidad de episodios. La serie se convierte en una especie de mockumentary o falso reality show que narra las desventuras de una pareja que se muda a una casona en un bosque embrujado. Lo que podría parecer en un principio como un concepto poderoso no tarda en convertirse en un infame festín de explotación realmente tonto, más parecido a un slasher convencional de la peor clase que a una temporada de AHS. De algún modo este cumulo de fantasmas vengativos y bajezas televisivas resulta divertido. Entretenimiento hueco. No mucho más que esperar.
El final de esta temporada deja ver nuevamente a uno de los personajes más emblemáticos de la temporada 2. Triste el hecho de que el episodio no esté a la altura.

6. Temporada 7: Cult

Parece que con el paso de los años Ryan Murpy y compañía se decantaron por convertir AHS en una comedia negra que parodia distintos ámbitos de la sociedad. Poco que ver con el concepto inicial de las primeras temporadas que jugaba sus cartas de comedia más inteligentemente mezclando su vena cómica y bizarra con tramas mucho más maduras y mejor hiladas. Cult es un escarnio de la sociedad en la era Trump. Del miedo. De los extremismos. De la adoración enfermiza. Esta temporada nos sitúa en un barrio residencial presentándonos a una joven pareja y su pequeño hijo, quienes se verán acechados por un culto obsesionado con el recién electo presidente Donald Trump.  Cult es un verdadero desastre en términos narrativos pero tiene un mérito importante: Es una historia que se sostiene por sí misma. No recurre a otras temporadas para ayudarse. Si bien es una historia bizarra y llena de excesos, en ningún momento recurre a lo sobrenatural, a diferencia de los otros siete ciclos. También es interesante ver la recreación de algunos de los más famosos asesinos en masa de la historia. Fuera de ahí Cult es bastante predecible y pretenciosa en sus intenciones, la ficción no tarda en volverse aburrida e impetuosa, tan pesada que cuesta durar hasta el episodio final, el cual es francamente malo y no ofrece recompensa alguna por la paciencia.

5. Temporada 8: Apocalypse

La temporada que se vendió como un crossover entre las temporadas 1 y 3. Me pasa algo con la más reciente temporada de AHS: Ha logrado sorprenderme y que recupere la fe en el concepto en varios momentos. Ofrece un planteamiento más interesante, la historia muta a algo mejor después de un par de dubitativos episodios, trae de vuelta escenario y personajes emblemáticos de otras temporadas y, más importante aún,  trae de vuelta a Jessica Lange después de casi cuatro años de ausencia. Francamente el 60% de Apocalypse me parece bastante meritorio, por ello es triste ver como los cuatro episodios finales vuelven a dejar bien claro lo que es realmente American Horror Story: Un concepto llamativo pero muy hueco. El tramo final de esta temporada me parece la mierda más nefasta que le ha pasado a los ocho años de esta serie, y miren que en los últimos años hay amplio material para elegir. Esta historia del anticristo y el fin del mundo ha resultado ser una verdadera tomadura de pelo inexcusable cuyo último tramo echa sin tapujos a la basura todo lo bueno que había construido hasta el momento. El Episodio 6 es un sentido y estupendo homenaje a los orígenes de la serie que trae de vuelta los protagonistas de la temporada 1 y que les da una especie de final con la dignidad que les fue negada en su momento. Jessica Lange le otorga mucha clase a Apocaypse en sus pocas apariciones y eleva el material a otro nivel. Una lástima que se haya alejado, pero bueno, después de ver resultados como estos se entiende. Triste el hecho de que los guionistas se avienten finalmente la peor atrocidad narrativa que he visto en mucho tiempo en un producto de ficción.  Apocalypse favorece el complacer patéticamente al fandom de la serie en lugar de crear una historia mínimamente coherente. ¿Y ese villano que parecía atemorizante en un principio? Mejor no hablamos de ello.

4. Temporada 3: Coven

Esta temporada podría ser la única historia que existiera de ser por millones de fanáticos. La historia de una escuela de brujas en Nueva Orleans trajo nuevos aires a la serie después de un par de temporadas mucho más serias. Este ejercicio kitsch y de efectismo puro y duro contiene todo aquello que al final echaría por la borda a AHS, pero al mismo tiempo es la que mejor sabe aprovecharlo. Los personajes están muy bien construidos y está plagada de momentos geniales, lo cuales son realmente escasos últimamente. La adición de actrices como Emma Roberts, Kathy Bates y Angela Basset también marcó pauta en todo lo que identificaría a AHS por los próximos años.




3. Temporada 5: Hotel

Yo defiendo a Hotel como probablemente muy pocas personas lo harían. Esta fue la temporada inmediata a la salida de Jessica Lange de la serie. Nadie daba un duro por AHS para este momento. La inclusión de Lady Gaga como protagonista parecía hacer enojar a muchas personas pero finalmente la cosa acabó mejor de lo esperado. El personaje de Lady Gaga no fue la protagonista aunque el concepto ese año se vendió como tal. Entre el hecho de que Ryan Murphy estaba produciendo al mismo tiempo la primera temporada de American Crime Story y otros compromisos del elenco, tanto la influencia de Murphy en la serie como los personajes de actores como Sarah Paulson y Evan Peters se vieron reducidos drásticamente comparados con otras temporadas.  Eso le permitió a esta temporada respirar mejor con un elenco más coral y una gama de personajes más diversa que, a juicio de quien escribe, la convierte a en lo más infravalorado que ha salido de este universo de horror. La historia de un hotel embrujado y un asesino en serie relacionado con el lugar nos hace participes en un cumulo de hilarantes excesos y licencias estéticas que logran colocar triunfantemente a American Horror Story como un producto pop, justo lo que otros ciclos han querido hacer demeritando la historia en el proceso. Esta quinta temporada se burla genuinamente de sí misma y al mismo tiempo lograr recuperar un poco de esa mesura de los primeros años. Es también la primera temporada en la que los actores interpretan a más de un personaje en el mismo ciclo, acto que se repite hasta la fecha cada año. Incluso el final es uno de los más satisfactorios que ha dejado la serie ¿Por qué no quiere el mundo a Hotel?

2. Temporada 1: Murder House.

Cuando conocíamos a todo esto simplemente como American Horror Story. En 2011 AHS no era una antología. La serie se presentaba como la historia de una familia con  muchos problemas que llega a una casa embrujada en Los Angeles, en la cual se han cometido una serie de abominables crímenes a través de los años. No sabíamos que la serie terminaría en el episodio 12 y el próximo año pasaría a contarnos una nueva historia con parte del elenco encarnando nuevos papeles. Esta temporada dio forma a la serie.  En su primer año AHS representaba uno de los productos más estimulantes de esta nueva era dorada de la televisión. Esta mezcla osada y onírica planteaba una sociedad horrible y disipada emocionalmente, la cual no cambiaba demasiado al morir. Llena de humor negro y escenas intensas que rebozaban creatividad, esta primera iteración de AHS estaba más cerca del trabajo de David Lynch que de ser la hermana negada de Pretty Little Liars en la que se ha convertido en estos últimos años. Siempre recordaremos ese primer año con especial cariño.

1. Temporada 2: Asylum

Después de todo lo dicho previamente puedo agregar simplemente algo más: Si no hubiera existido nada de lo anterior y solo tuviéramos estos 13 episodios que conforman la segunda temporada entonces estaríamos hablando de la mejor miniserie del género de horror que ha dado la televisión americana. Asylum otorga a AHS el derecho a existir por sí misma y es una pena que después no hayan podido al menos acercarse a la calidad mostrada en este segundo año. La historia de un manicomio en los 60’s nos presenta un mundo lleno de secretos y diversas representaciones del horror que cruzan el pasado con el presente. Esta temporada utiliza herramientas de ficción para representar los verdaderos horrores del ser humano, personificando perfectamente lo que AHS debería haber sido. Sin duda alguna es la historia más madura de los ocho años. No se queda con un solo tipo de horror ni se esfuerza en explicarlos de manera torpe, como lo han intentado hacer fallidamente muchas de las temporadas más recientes. Asylum en cambio muestra orgánicamente como los personajes van evolucionando debido a los diversos horrores que componen su existencia en este manicomio; los personajes son la base de la obra, no el efectismo. La temporada introduce a Sarah Paulson como actriz regular, quien ha sido marca de la casa desde entonces. Asylum está filmada elegantemente. Está llena de momentos memorables que colocan la serie en su punto más álgido a nivel creativo. Una historia de horror para adultos y una verdadera joya televisiva.







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