Por Carlos Montenegro
Esta
es. Si eres un espectador justamente fustigador con las horrendas y mediocres
producciones que se hacen en el país entonces esta es la serie de televisión que tienes
que ver. Si vas a ver una sola serie mexicana en tu vida entonces deja que sea
esta. Esta es la serie mexicana, la producción
que puedo decir libre de prejuicios que no le pide nada a ninguna serie premium
extranjera. Un Extraño Enemigo es una producción de primer mundo, realmente la
primera que logra genuinamente este nivel en México.
Esta
serie de ocho episodios nos sitúa en los confusos tiempos del movimiento
estudiantil de 1968, alcanzando
justamente la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre. Esta mezcla de ficción con narrativa verídica sigue
al Comandante Barrientos (interpretado soberbiamente por Daniel Giménez Cacho),
personaje basado libremente en Fernando Gutiérrez Barrios, un hombre brillante
con un lado sumamente oscuro que busca expandir su poder durante un año
electoral crítico en México ¿Y cómo lo hace? Manipulando el movimiento
estudiantil para posicionar a Luis Echeverría como próximo presidente de la república.
La
serie gira alrededor del personaje de Giménez Cacho, presentándonos un elenco
coral que incluye a la propia familia de Barrientos, los miembros del
movimiento estudiantil y el sistema político de un país gobernado por Gustavo
Díaz Ordaz. El director y guionista Gabriel
Ripstein (600 millas) entrega una ficción con actores muy bien dirigidos y
caracterizados, interpretando personajes
que realmente no siguen un arco claro sino que sirven para mostrar los entresijos
del poder en ese momento sociopolítico. Vemos desfilar a un montón de buenos
actores que se pueden reconocer de otras interesantes series, aquí lo hacen con
papeles muy pequeños, casi como si esto fuera el resultado final de muchos años
de ejercicio para hacer una mejor televisión.
La
ambientación sesentera es muy fresca. La manufactura de la serie es impecable. Esa
dualidad entre la historia política y la narrativa de personajes está bien
llevada. Recuerda al cine más político de Felipe Cazals o Arturo Ripstein
(padre del director y también actor en la propia serie). El guion tiene sus
problemas, sobre todo visibles en los últimos episodios. No podemos saber qué
es lo que realmente ocurrió aquel año, por lo cual al final buena parte de la historia termina siendo
algo simplista y gratuita, sobre todo si hablamos del personaje de Barrientos y
su papel “clave” detrás de todos estos actos deleznables. Al final esto termina
siendo una especie de ficción trivializada de México del ’68, justo como Narcos
lo hizo con la Colombia de los ochentas avasallada
por el terror de Pablo Escobar. Creo es justo así como Un Extraño Enemigo debe
percibirse.
Un
Extraño Enemigo es una serie de Amazon Prime, pero en realidad quien la produce
es nada más y nada menos que Televisa. Una decisión a lo sumo cuestionable para una
empresa que ha sido señalada como un imperio de medios al servicio del poder
por muchos años, callándose buena parte de lo sucedido en ese evento. Realmente
en la entrada de cada capítulo vemos desfilar varios nombres aterradores que
fungen como productores y que no muchos podrán olvidar al juzgar el producto, y
probablemente llevan algo de razón. La serie si muestra como la prensa estaba patéticamente
a los servicios del poder, pero convenientemente no habla demasiado acerca de
la televisión. Si Televisa tal vez creyó tener una deuda con la historia seguramente
debió haber hecho algo más que un
producto de ficción para conmemorar los 50 años de la matanza. Si estos ya son
otros tiempos más abiertos ¿Por qué no ser más honesta y mostrar sin reparos en
algún documental lo que se ocultó en aquel año?
Es
también curioso como la televisora que ahora ha hecho la serie mejor producida
del país lleva también la penitencia de tener incontables porquerías en su
haber, las cuales se llevan produciendo sin ningún reparo hasta el día de hoy.
En cuestión de series, Televisa tiene actualmente en su haber un montón de
formatos infames que se estrenan sin pena ni gloria, casi como si quisieran quitárselos
de encima. ¿Por qué no estrenar Un Extraño Enemigo en algún medio de Televisa?
Creo que la razón es muy simple: Televisa se avergüenza de sí misma, sabe del
odio que ha generado por décadas enteras y la poca credibilidad que tendría
para estrenar un producto de estas características dentro de su propia casa.
Por eso mejor opta por usar otras plataformas en las cuales su producto pueda tener alguna posibilidad de
sobrevivir, y eso es lo que seguirá haciendo, produciendo ficción tanto para Amazon como para Netflix, porque además
ya nadie se acuerda de una cosa llamada Blim, a ese chiste ya se le acabó la
gracia ¿Qué nos dice este discurso de la propia televisa?
Es importante echarle un ojo a Un Extraño Enemigo, independientemente de donde
venga. Uno podría pensar que no son los ejecutivos los responsables de una ficción
sino los creativos que de verdad se involucran en su ejecución. En este caso no
sabemos para donde mirar. Lo que sí sabemos es que el resultado en cuestión de producción
es espectacular. Juzguen ustedes mismos.