viernes, 31 de marzo de 2017

La importancia de llamarse Gene Wilder

Ha muerto la leyenda Gene Wilder, uno de los actores cómicos más destacados de América. Recordado especialmente por actuaciones en filmes de Mel Brooks, además del clásico familiar “Willy Wonka y la fábrica de chocolate”. Murió la madrugada del lunes tras complicaciones de la enfermedad de Alzheimer. Tenía 83 años.
La regla de oro para su comedia era simple: No trates de hacer que sea divertido; trata de hacerlo real. “Soy un actor, no un payaso”, dijo más de una vez. Perteneciente al Hollywood clásico, Wilder se destacó algunas veces por emitir polémicas declaraciones acerca del cine y la comedia actual, evidenciando la falta de ideas de la industria cinematográfica del nuevo milenio.
Hablar de Wilder es hablar de un actor consumado en el escenario al igual que como guionista, novelista y director de cuatro películas que el mismo protagonizó.
Hizo su debut en el cine en 1967 en el drama criminal “Bonnie y Clyde”, protagonizado por Faye Dunaway y Warren Beatty. En el tiene un simpático cameo en el que es secuestrado por los dos protagonistas. Bastante más memorable es su actuación en “The Producers”, su primera colaboración con Brooks. La historia se convirtió más tarde en un éxito de Broadway.
Fue nominado a un Globo de Oro por su actuación protagónica en “Willy Wonka y la fábrica de chocolate” (1971). La película fue una decepción de taquilla. En su tiempo se pensó que esta historia del escritor Roald Dahl era demasiado oscura para las audiencias infantiles. Posteriormente se convirtió en una película de culto y Willy Wonka sigue siendo uno de los papeles con los que más se recuerda al Sr. Wilder.
Otras de sus películas más populares son “Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y no se atrevió a preguntar” de Woody Allen;”Blazing Saddles”, una lasciva parodia western dirigida por Mel Brooks y “Young Frankenstein”, también dirigida por este ultimo.
El propio Wilder concibió la idea de “Young Frankenstein” imaginando una comedia en blanco y negro fiel a la apariencia del “Frankenstein” de Boris Karloff. Wilder interpretó el clásico personaje de Igor y co-escribió el guion junto a Brooks. La película recibió una nominación al Oscar por Mejor Guion Adaptado
Muy notable fue su triste historia de amor con la comediante de Saturday Night Live Gilda Radner. Estuvieron casados durante cinco años en la década de los 80s. El matrimonio duró hasta la temprana muerte de Gilda en 1989.
Ella abortó dos veces antes de continuar con una gripe persistente. Después de varios errores de diagnóstico en octubre de 1986 le descubrieron un cáncer ovárico.
A pesar de una histerectomía, el cáncer se había extendido al hígado y al intestino de Radner. Prosiguieron nueve rondas de quimioterapia y 30 tratamientos de radiación hasta que finalmente falleció. Wilder permaneció siempre a su lado durante todo el proceso.
El actor puso en marcha el Club de Gilda en 1995, un centro en Nueva York destinado a encontrar apoyo para pacientes con cáncer y sus familias.
Gene Wilder, retirado del cine desde 1999, deja un amplio legado para la comedia internacional y su perdida es otro grillete que nos deja aún más lejana aquella época en la cual el arte cinematográfico tenía intereses muy distintos como industria. Gene defendió a capa y espada su trabajo dejando una colección de películas que lo han inmortalizado para siempre. Descanse en paz el buen Gene Wilder.

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